TRABAJOS LIBRES
El deseo de no ser madre
La paciente
La
paciente relata que convive con una pareja con la cual no puede tener
relaciones sexuales satisfactorias. No quiere tener hijos; relata que los niños
le dan asco y que prefiere morir antes que tener un hijo. Regularmente plantea
el deseo de morir. No planifica cómo; solamente sería cerrar los ojos y
desaparecer. Relata frecuentemente sentir un alto grado de angustia. Tiene un
sentimiento de omnipotencia muy acendrado. Cree que todo lo que ella quiere lo
puede realizar, pero lo que más
valora es lo racional y lo intelectual, tal vez como una forma de estructurar
su yo. De forma ambivalente, dice querer descubrir si realmente quiere tener un
hijo o no, porque el “tiempo biológico” para tenerlo se le está pasando.
Paciente- analista.
Me planteo hasta dónde pueden influir en sus síntomas y
en su conflictiva los traumáticos hechos acaecidos en su primera infancia con
su madre, analizados desde el psicoanálisis y hasta dónde se puede inferir las
actitudes y sentimientos planteados en relación con su pareja y en su ¿deseo de
no ser madre? desde las actuales conceptualizaciones de género. En un primer
momento del tratamiento, la paciente planteó que no quería tener hijos. Que los
hijos le iban a arruinar la vida. Que ella había luchado mucho para estar donde
estaba, refiriéndose a sus títulos universitarios y el trabajo conquistado. También
refirió que veía a sus amigas que estaban casadas que tenían hijos, que se
pasaban hablando de ellos, que no se podía tener otra conversación que no fuera
de los hijos. Que ella no quería arruinar su vida teniendo un hijo, pero cuando
veía a sus amigas con sus hijos, ella sentía una especie de ternura hacia los
niños y podía ver en sus amigas su amor maternal, a pesar de todos los trabajos
que tenían que pasar. Se nota acá una ambivalencia muy grande al respecto,
según lo que había dicho anteriormente. Pienso en una defensa ante el temor de
tener un hijo.
En un primer momento pensé que la paciente estaba
habitada por el discurso social, el cual nos hace ocupar un determinado lugar,
según el género, tanto en la forma de pensarnos, como en la construcción de
nuestra propia imagen. Cada cultura define la diferencia sexual al establecer normas
sobre las conductas sociales de las personas según las diferencias en función
de sus cuerpos. Al cuestionar la definición social de las personas a partir de
su cuerpo, el feminismo analiza la construcción del sujeto, pensando siempre en
la materialidad de la diferencia sexual. (2002.Cuerpo:
diferencia sexual y género. Lamas, M.).
Trabajamos
juntas sobre la posibilidad de no tener un hijo y dedicarse más a sus proyectos
laborales y de formación continua en su profesión. Hay muchas mujeres hoy día
en la hipermodernidad que deciden no tener hijos y dedicarse a su profesión, a
sus trabajos. Leticia Glocer Fiorini “plantea que, si bien la maternidad tiene
una apoyatura natural, la misma la trasciende ampliamente, inscribiéndose en el
registro de la cultura, en un universo simbólico”. Propone concebir “el deseo
como producción” y plantea que el hijo sería algo más que un sustituto de una
carencia fundamental. Abre la posibilidad de pensar la subjetivación femenina
más allá de lo materno. (Glocer Fiorini, L.”
El deseo de hijo: de la carencia a la producción deseante” en Deseo de hijo.
Pasión de hijo. Alkolombre, P.)
Al tiempo de estar tratando este tema, me di cuenta y
ella también que los relatos de sus problemas en la pareja y para ser madre, no
solamente tendrían que ver con tomar una posición relativa al género. Por lo
que este tema, en el caso de esta paciente, se podría ver atravesado por
cuestiones de género, por lo social y también por su historia de vida.
Me pregunto cómo habrá influido en su deseo de no ser
madre, el hecho de que su propia madre, seguramente con un trastorno psíquico
severo, en su situación de desamparo, por carencias económicas, afectivas y por
su soledad, haya intentado matar a su hija mujer. ¿Cómo puede pensar ella la
maternidad? Podemos suponer que la
paciente no quiere tener hijos para defenderse, de una identificación alienante
con esa madre mortífera. Si ella tuviera hijos, ¿sería también una madre
asesina? ¿La maternidad sería como otro castigo más en su vida volviéndola más
vulnerable e indefensa? ¿Qué lugar tendría su hijo? ¿Cómo sería mirada si es
una niña? ¿Cómo puede haber narcisizado la madre a esa niña desde el estado de
un posible episodio melancólico que la llevó al suicidio y al filicidio? En
determinado momento la paciente dijo haber escuchado que la madre quería que su
primer hijo fuera varón. ¿Habrá determinado esto que la paciente conservara una
posición masculina y no se haya podido identificar adecuadamente con aspectos
femeninos? ¿Será que ser mujer la lleva a ser ese que esperaban y no fue?
En determinado momento refiere que siente que todo es una
comedia donde todos “mienten la identidad que tienen”. Winnicott expresa “ la
importancia de la disociación en algunos hombres y mujeres, respecto de los
elementos masculinos y femeninos y de las partes de sus personalidades construidas
sobre esos cimientos, en “Los elementos masculinos y femeninos separados que se
encuentran en hombres y mujeres”.(pág.101) “ En la absoluta dependencia
respecto de la entrega materna de esa cualidad especial por medio de la cual la
madre satisface o no el primer funcionamiento del elemento femenino, podemos
buscar los cimientos para la experiencia de ser” (1978 )Realidad y juego.- Cap. 5. Ed. Gedisa). El individuo tiene
que llegar a ser antes que hacer. Estas primeras etapas en el
desarrollo del individuo reciben un reforzamiento desde el yo materno, gracias
a la adaptación de la madre a las necesidades del bebé. (pág. 169).
Pienso cómo habrá influido en sus primeras etapas de
desarrollo, la relación de esta paciente con su madre con tantas carencias
emocionales, en la creación de su subjetividad y en su ser femenino.
Se trabajaron con la paciente en su análisis tanto los
aspectos femeninos como masculinos. La paciente afirma que se siente atraída
por los hombres y que está segura de no tener atracción sexual por las mujeres.
Sin embargo, a pesar de afirmar su atracción sexual por los hombres, de todas
las relaciones de pareja que tuvo, ocasionales o no, a lo largo de alrededor de
diez años, siempre encontró algo que no les gustaba en ellos, por lo cual debía
abandonar la relación. “Con Antonio, la pareja actual, tengo problemas con él
en las relaciones sexuales.”
En determinado momento del análisis comienza con una
serie de sueños. “Soñé que mi cama se rompía, porque no me servía. Iba a un
lugar y me ofrecían una cama, que era como un Jurado, parecía un Juzgado. A mí
me cuestan las relaciones con Antonio (pareja actual, llevan cuatro años
conviviendo). En otra sesión. “Soñé que estaba embarazada. Era una sala donde
había una chica embarazada. Yo estaba delgada como ahora y embarazada. Había
varias mujeres y sólo dos estábamos embarazadas. Yo embarazada, sola, como mi
madre. Era mi panza y yo.”
Habla muy a menudo de sentimientos de soledad. El padre
había abandonado a la madre cuando el intento de suicidio y filicidio. El amor,
para ella es una relación de dependencia. Si se llega al abandono, esto puede
llevar al suicidio. Es muy posible que piense que enamorarse es peligroso
porque puede llevar a la muerte.
En otra sesión trae otro sueño. “Soñé que estaba con una
chica, que íbamos a tener relaciones sexuales. La chica tenía pene y vulva.
Cuando me desperté no fue agradable. Era medio hombre y medio mujer. Y tenía la
cara de una chica que yo la veía en el ómnibus, como de veinte y pocos años. Yo
la observaba porque tenía los ojos claros (ella los tiene oscuros) y el pelo ondulado
como yo. Más tarde, la vi en el ómnibus con un muchacho de la edad de ella”. Parece
haber, según lo expresado por Winnicott una disociación marcada entre sus
aspectos femeninos y sus aspectos masculinos, lo que me hace pensar en sus
dificultades de tener relaciones sexuales.
Resuenan en mí, las palabras dichas por la paciente: “no
voy a arruinar mi vida teniendo un hijo”. Porque esas fueron las palabras casi
literales que pronunció en relación con su nacimiento y el de su hermano y la
vida de la madre: “me angustia pensar que al nacer yo y mi hermano le
arruinamos la vida a mi madre”. “Tengo tanta angustia que quisiera morir” …
Según Winnicott, en las primeras fases de la relación
madre-padre- niño, la angustia está relacionada con la amenaza de
aniquilamiento. Cuando las cosas van mal, el niño toma conciencia de ello a
través de la reacción ante un hecho conflictivo. Un buen cuidado materno hace
que el niño lleve en sí una continuidad que es la base de la fuerza del yo. Cuando
falla ese cuidado se da la interrupción de esa continuidad con la consiguiente
debilidad del yo. Tales interrupciones constituyen el aniquilamiento y van
asociadas a un dolor de característica e intensidad psicóticas. (La teoría de la relación paternofilial págs.
53-.59 (1960) en El proceso de Maduración en el niño)
La paciente refiere que no culpa a la madre por el
intento de suicidio-filicidio, pero pone en su cuerpo toda la angustia que esta
conflictiva le produce. Separa lo emocional de sus características corporales. En
cuanto a la culpa, como dice Agamben, “la evocación alusiva a un conflicto
trágico… tan inextricable y enigmático que sólo la muerte podría resolverlo sin
injusticia” es lo que hace que la paciente no pueda culpar a su madre. (G. Agamben. Lo que queda de Auschwitz. Ed.
Pretexto. 2002).
Tiene una tendencia a somatizar. Relata que “pierde” el
pelo; tiene eccemas en la piel del rostro, le apareció una costra en un pezón
lo que le produce temor a padecer cáncer y si “tengo un hijo, no podría darle
de mamar”.
Llama la atención a la analista esta preocupación por no
poder dar de mamar, cuando había dicho que prefería estar muerta antes que
tener un hijo.
Los trastornos psicosomáticos podrían ser consecuencia de
una experiencia de despersonalización encubierta frente a situaciones de duelo
o traumáticas. Despersonalización refiere a la “pérdida de contacto de una
persona con su cuerpo y su funcionamiento”. Para Winnicott, personalización “es
otro momento en la tendencia a la integración del niño, referido
específicamente a la integración psicosomática. {…} En ese momento, la psique
habita el soma.” (1993) La naturaleza
humana. Winnicott, D. Paidós.
En esta paciente se observa un alto grado de narcicismo.
Refiere en el análisis que siente que ella es lo más importante y a quien más
quiere es a ella misma.
Sin embargo, al resonar en
la analista la palabra “pérdida” referida a su cabello y comentárselo, dice que
hay muchas cosas que teme perder, una de ellas es su relación de pareja, sobre
la que había dicho que querría dejarla porque no la satisface.
Pensamos con Marta Lamas que “esta
situación de dependencia y desamparo, combinada con la pulsión sexual, conduce
a los seres humanos a buscar en la sexualidad la resolución del anhelo de
completud y de reencuentro. “Una desesperada búsqueda de “objeto”, una infinita
necesidad de ser amado no cesará de habitar al ser humano hasta el final de su
existencia.” (2002) Lamas, M. Cuerpo:
diferencia sexual y género. Aguilar Editorial.)
La paciente, siendo una niña pequeña puede haber
“aprendido” de su madre suicida y filicida, que ser mujer y tener hijos tiene
una valoración negativa.
Bibliografia
- Glocer Fiorini, L. (2008). "El deseo de hijo: de la carencia a la producción deseante" en Deseo de hijo. Pasión de hijo. Alkolombre, P. Ed. Letra Viva.
- Lamas, M. (2002). Cuerpo: diferencia sexual y género. Aguilar Editorial.
- Winnicott, D. (1993). La naturaleza humana. Ed. Paidós.
- Winnicott, D. (1960). La teoría de la relación paternofilial. En El proceso de maduración del niño.
- Winnicott, D. (1978). Realidad y juego - Cap. 5. Ed. Gedisa.
Descriptores: Ser madre - angustia de aniquilamiento - intento de suicidio y filicidio
Resumen
En el presente trabajo plantearé una viñeta clínica de
una paciente adulta joven que hace poco se enteró que su madre había tenido un
intento de suicidio y de filicidio, con gas, siendo ella muy pequeña. El padre
las había abandonado. Algunos vecinos evitaron que el intento se llevara a
cabo. En este trabajo acompaño a la paciente y junto con ella trato de inferir
y buscar alguna traducción a los hechos y sentimientos narrados, nunca como una
única explicación, sino como conjeturas que no sean reductivas.
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